Haití cerró el 2022 con 857 secuestros

Haití cerró el año pasado con el registro de 857 secuestros, lo que representa una disminución de un 15.06 % en comparación con el 2021, de acuerdo con el reporte de la Unidad de Observación de la delincuencia del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH, por sus siglas en francés)

El CARD explicó que esta reducción de los secuestros es más notoria en el último trimestre del año, que es por lo general el período que más raptos contabiliza. La organización no gubernamental citó dos eventos que pudieron haber contribuido a esta caída: los esfuerzos de la Policía Nacional de Haití (PNH) y las sanciones impuestas por Estados Unidos a políticos y empresarios.

La organización que registra los secuestros, pero no así el número de víctimas, había estimado que Haití terminaría el año pasado con al menos 1,300 debido a la tendencia que observaron ante el estallido de la violencia y las actividades de las bandas armadas en los primeros tres trimestres del 2021.

La Policía Nacional

Las operaciones de la Policía Nacional, particularmente en Croix-des-Bouquets contra la pandilla 400 Mawozo, responsable de aproximadamente el 50 % de los secuestros en el área metropolitana desde julio de 2021, han contribuido en gran medida a la reducción del fenómeno, consideró la CARDH.

Esta banda se hizo más notoria luego del rapto de 16 misioneros estadounidenses en octubre de 2021. «La mayoría de sus integrantes fueron «parados» (asesinados), otros arrestados… Esta banda estaba al borde de la desintegración. Su líder se habría refugiado en Thomazeau», explicó la organización.

En el informe se citó que el 29 de diciembre del año pasado la Policía Nacional informó que realizó 1,140 operativos, que terminaron con 149 «bandidos» muertos, 41 rehenes liberados y 93 intentos de secuestros frustrados entre Puerto Príncipe y Artibonito. 

Otra razón que explicaría la reducción de los secuestros son las medidas adoptadas por el gobierno del primer ministro Ariel Henry para contener el tráfico de armas y municiones, así como el contrabando. 

Adicional a eso, el puerto marítimo de Port-de-Paix, al norte del país y según la organización un punto de acceso para el tráfico de armas y municiones y el contrabando y similares, se cerró después del último escándalo relacionado con los barcos Miss Lilie One y El Shaddai.

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