La cereza en el pastel del voleibol masculino

En este gran momento que está viviendo el voleibol masculino de la República Dominicana, Henry Tapia viene siendo “la corona de las reinas, capa del rey o la vaina en la espada del guerrero”.
En este ciclo olímpico, la selección nacional de ese deporte ha marcado respeto en la región. Pasaron de ser el puesto 72 a ocupar el lugar 31 del ranking que organiza la Federación Internacional de Voleibol (FIVB).
Tapia, el capitán del grupo, es el encargado de calmar los fuertes vientos que traen las tormentas de egos que ostentan los equipos de profesionales.
A pesar de estar entre los más destacados en las estadísticas luego de cada partido, Henry se encarga de guiar a sus compañeros dentro y fuera de la competencia.
“Mantener un liderazgo en el equipo no se me dificulta porque ellos me respetan y saben que cada consejo que les doy es por el bien del equipo. Es normal que entre nosotros haya diferencias, por eso somos un grupo, pero lo importante es que lo resolvemos”, explicó el voleibolista que cuenta con más de una década formando parte de la selección.
El atleta, de 31 años, adujo que cuando hay temas que se salen de control acude a su entrenador, Alexander Gutiérrez. Sin embargo, agregó que eso ha sucedido en contadas ocasiones.