Casas clandestinas para cirugías plásticas están en Airbnb

En el mundo de la estética en República Dominicana no solo el ejercicio de las intervenciones quirúrgicas en lugares y en manos no aptas preocupa a las autoridades. La coexistencia de negocios paralelos que se expanden sin el debido registro ni control de los organismos estatales también constituye un dolor de cabeza para más de uno en el área de la salud.

Uno de esos negocios son las casas de recuperación, el lugar al que acuden los pacientes una vez intervenidos, para recibir el reposo y el cuidado que demanda su estado de convalecencia. Las hay con licencia y sin ellas, en un mercado de la estética que hace germinar otras formas de negocio alrededor de las intervenciones.

«Un problema que hemos ido enfrentando también de manera responsable, es el tema de los Airbnb. Hay muchas, muchas personas que se van a un Airbnb con una enfermera que consiguen por ahí a recibir atención», dice el director de Habilitación del Ministerio de Salud Pública, Juan Gerardo Mesa, en referencia a los pacientes de procedimientos estéticos.

Cita que, hace un par de semanas, cerraron dos centros clandestinos en el Distrito Nacional que funcionaban en edificios.

A la Dirección de Habilitación le corresponde regular cualquier establecimiento que vaya a ofrecer servicio en salud, independiente del tipo que sea, así que una casa donde se ofrecen cuidados especializados para personas convalecientes deberá contar con la licencia expedida por el Ministerio de Salud y que obliga a cumplir con ciertas características.

No obstante, las casas de recuperación bajo registro son 22, incluyendo dos en etapa de cumplir el proceso de habilitación.

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *