Familiares no ven a cubano que agredió agente desde agosto

Desde el pasado 10 de agosto, la vida de la familia de Julio César Llorente López ha dado un giro inesperado. El cubano fue detenido por agredir a un agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y, desde entonces, sus allegados han vivido días amargos marcados por la incertidumbre y la distancia que impone la celda de máxima seguridad en la que se encuentra.

La esposa del imputado, Graciela González, con su voz quebrantada relató los momentos difíciles por lo que actualmente están pasando, sin embargo se mostró esperanzada de que pronto él estará junto a ellos.

Llorente López agredió de una bofetada al agente el pasado 9 de agosto tras supuestamente el oficial fotografiar sus documentos personales por hablar por teléfono mientras conducía. Al día siguiente fue apresado mientras llegaba a su residencia en el ensanche Piantini, del Distrito Nacional.

Pese a que sus familiares entienden que la acción por parte de Llorente López estuvo mal, consideran que no es un delincuente y que pudieron imponerle como medida de coerción el pago de garantía económica o asistencia periódica a las autoridades y no prisión de tres meses.

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