El día a día de los niños que sobreviven en las calles
Se ha vuelto una rutina levantarse a las 6:00 de la mañana, día a día, y salir de sus casas sin desayunar. Salen con lo primero que llevan puesto, muchas veces con la ropa sucia, con hoyos y en chancletas, así transcurre la vida de los niños que venden en las calles.
A veces salen sin el pasaje y van pidiendo dinero en el camino para poder llegar a su destino e iniciar su venta. Unos toman el metro y otras guaguas.
Lo común es que en las mañanas los niños estén en las escuelas, pero muchos no corren con esta suerte. Su realidad les obliga a hacer otras cosas, como trabajar.
Mientras otros piden cual mendigos, a veces acompañados de sus padres y en otras ocasiones solos. Casi nunca lo que piden es comida, si no dinero. Ya conocen el sistema, se mantienen en alerta ante cualquier persona que se les acerque, en caso de que esto suceda deben correr.